Copyright: Marta Aldea, yo sólo soy un humilde escriba en este asunto.
Ingredientes:
- Aceite de oliva.
- Una cabeza de ajo.
- Mantequilla o margarina.
- Una pastilla de caldo de carne.
- Brandy, whisky o vino para cocinar.
- Un limón.
Se pone aceite, que cubra bien el fondo de la sartén o cazo, a calentar a fuego medio.
Cuando el aceite esté caliente (sin humear) se echan los dientes de una de una cabeza de ajo, previamente golpeados.
Cuando los ajos se hayan dorado un poco se añade una cucharada de mantequilla o margarina, preferiblemente sin sal.
Mientras se derrite la mantequilla se disuelve muy bien media pastilla de caldo de carne en medio vaso de agua caliente.
Se termina de rellenar el vaso con: whisky, crema de whisky, brandy o vino o una mezcla de las mismas. El vino a utilizar no debe ser dulce, se debe utilizar algún tinto o para cocinar.
Verter el vaso en la fritada de ajos y esperar a que evapore el alcohol a fuego lento para que los ajos se cuezan.
Coger un limón mediano, lavarlo y exprimirlo, echando el zumo y la corteza del limón a la mezcla. Y dejar la salsa cocinar unos minutos más a fuego lento.
Si quieres que la salsa tenga más sabor a ajo tritura la salsa con un único ajo de los macerados en la misma, y si quieres menos sabor a limón exprime sólo medio o no dejes las cascaras dentro.
Si hacemos solomillo al whisky, cuando hagamos la salsa se reservará hasta que tengamos cocinada la carne a la plancha (con muy poco aceite o sin aceite mejor) y después verteremos la salsa sobre la plancha donde se ha hecho la carne dándole un hervor fuerte para que tenga más sabor, inclusive se podría echar la salsa a los filetes cuando estén terminando de hacerse.
También podremos utilizar esta salsa para bañar una tortilla de patatas.